El Fiscal General de Estados Unidos, Jeff Sessions, recientemente anuló décadas de precedente legal en Estados Unidos al afirmar que las mujeres que huyen de violencia doméstica no reúnen por lo general los requisitos para el asilo. Para hacerlo, desafió el principio de que las mujeres víctimas de violencia doméstica pertenecen a un “determinado grupo social”.
Esta frase —”determinado grupo social”— es fundamental para el trabajo de abogados de inmigración como yo. Nos permite argumentar que las mujeres, las personas LGBTQ y otros grupos vulnerables se enfrentan a tipos específicos de persecución, de acuerdo con su condición social.
Si no se lo impugna, el fallo de Sessions podría poner en peligro a miles de solicitantes de asilo, incluidos muchos de mis clientes.
¿Cuál es el grupo?
La ley internacional sobre refugiados, que Estados Unidos ha incorporado a la legislación nacional, exige que los países signatarios ofrezcan protección a las personas que demuestren un temor fundado a sufrir ciertos graves daños en sus países de origen. Su persecución debe estar relacionada con la raza, religión, nacionalidad, opinión política o determinado grupo social.
En un caso histórico de 1985, Caso Acosta, la Junta de Apelaciones de Inmigración de Estados Unidos explicó que los miembros de un “determinado grupo social” comparten una “característica común e inmutable” que no pueden, o no debería exigirles, cambiar. El sexo fue identificado como una de esas características.
En 1995, el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos emitió específicas pautas reconociendo que las mujeres pueden ser un determinado grupo social. Los abogados de inmigración ya han argumentado con éxito, incluso en el 2014 A-R-C-G- la decisión de que la violencia de pareja pudiera, por lo tanto, constituir la base para una solicitud de asilo.
Las Naciones Unidas han reforzado esta interpretación, afirmando que las personas que temen la persecución por razones de género, identidad de género y orientación sexual pueden fundar la elegibilidad para el asilo sobre la base de la categoría de un “determinado grupo social”.
Hoy, muchos países, incluido Canadá, reconocen los genuinos tormentos que muchas mujeres, gays y transexuales enfrentan en el mundo.
Sessions hace retornar el reloj
Cuando Sessions revocó A-R-C-G- el 11 de junio, hizo retornar el reloj a las leyes de asilo de Estados Unidos.
“El mero hecho de que un país tenga problemas para controlar ciertos crímenes, como la violencia doméstica o la violencia de pandillas, o que ciertas poblaciones sean más propensas a ser víctimas de un delito, no puede por sí mismo establecer una solicitud de asilo”, escribió. La violencia doméstica, agregó Sessions, es un asunto “personal”.
La decisión refleja la preocupación de que el reconocimiento del abuso doméstico como base para el asilo invitaría a las mujeres maltratadas de todo el mundo a ingresar a Estados Unidos.
Pero la ley de asilo es estricta. A fines de 2017, la Oficina de Asilo de Estados Unidos concedió solo el 23 por ciento de las solicitudes. Más de 75 por ciento de los solicitantes de asilo de El Salvador, Honduras y Guatemala fueron rechazadas por los tribunales de inmigración entre 2012 y 2017.
La caracterización de Sessions de abuso doméstico como “personal” también ignora la ciencia moderna sobre la dinámica de poder detrás de la violencia de género. Las mujeres son más propensas a ser asesinadas por su pareja, lo que, en efecto, hace que la violencia doméstica sea un temor fundado.
Sabi Ardalan proporciona representación legal a personas que buscan asilo y otras formas de protección humanitaria en Estados Unidos.
Source: US-Politics